La Stevia, para alcanzar su máximo potencial productivo, requiere suelos con buena capacidad de drenaje, ligeramente acidófilos (aunque se adapta a un rango amplio de pH), con contenidos en materia orgánica iguales o superiores al 2,5%, zonas bien iluminadas durante todo el día y no es muy exigente en nutrientes, aunque debemos realizar un plan